Enseñar a traves del ser

Hace unos años atrás recibí una carta del Soke en donde uno de sus párrafos decía:
“Es importante que los buenos instructores puedan enseñar a través del ser.”
Estas palabras han quedado grabadas en mi corazón y en mi mente, he trabajado para que mis acciones y mis movimientos partan desde esa esencia.
Trataré de expresar que siento con ella…
Muchas veces nos centramos en enseñar los grandes denshô que nos llegan de distintos lugares pensando que si tenemos grandes cantidades de técnicas seremos buenos maestros, sin darnos cuenta que enseñamos una coreografía sin vida y sin el sentimiento correcto de la misma, como consecuencia nos olvidamos de la importancia que poseen nuestras experiencias en nuestro entrenamiento y que a través de ellas podemos brindar nuestro ser.
Creo que el budo se trasmitió de generación en generación a través de la experiencia que cada guerrero adquirió en el campo de batalla y a lo largo su vida y hoy en día la misma sigue viva a través del Soke.
Debemos continuar este legado a través de nuestro entrenamiento directo con Hatsumi Sensei ó con una persona que lleve a cabo su entrenamiento con él, es en ese momento donde se produce una transmisión Shinden, la cual proviene desde nuestro corazón y no de nuestra mente, ya que el corazón es el que mantiene la experiencia de nuestro ser (lo que nosotros somos)
Por eso, soy un convencido que cuanto mayor sea nuestro entrenamiento en el Budo y en la Vida, mas calidad en las experiencias tendremos, logrando así dar luz, calidad y simpleza a nuestro ser, enseñando por medio de él y desde el corazón (Shinden)
Creo que es importante no olvidarse que no estamos en nuestra vida solo para enseñar, sino que antes que nada debemos mantener siempre el corazón de un alumno, como dice Hatsumi Sensei “tener el sentimiento de un niño de tres años”, pues ese niño posee la intención constante de absorber conocimientos y sensaciones todo lo que lo rodea.
Siento que un buen maestro es aquel que enseña a sus alumnos el kihon, la base, y aunque pasen los años siempre sus alumnos aprenderán de el, pues ese maestro no ha dejado de evolucionar.


En una fría mañana cercana a la primavera
Shihan Nestor Iscovi Moryu 猛龍